Ya cansa tanta noticia buena para el mundo de la animación. En el próximo Festival de Venecia, Pixar recibirá una mención especial por su aportación al séptimo arte. Toy Story, Buscando a Nemo, Los Increíbles, Ratatouille y WALL·E son algunos de los argumentos esgrimidos por los organizadores para entregar este galardón. Además, la edición de este año de Sundance ha inaugurado su competición oficial con Mary y Max, un largometraje realizado con la técnica stop motion. El argumento de este filme, inspirado en una historia real, narra la relación de amistad que establecen, de forma epistolar, una niña australiana de 8 años y un judío neoyorquino de 40. Adam Elliot, su director, logró el Oscar al Mejor Corto de Animación en 2004 gracias a Harvie Krumpet.
miércoles, enero 28, 2009
Año de nieves...
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5 comentarios:
Ya he dicho alguna vez que la animación me parece una maravilla. No sólo por sí misma, sino como "alternativa alentadora" dentro del mundo audiovisual y concretamente, el del cine.
A mí aún me queda para cansarme de buenas noticias.
Y a lo que iba: que aunque el mundo de la animación en general me parece maravilloso en todas las posibilidades que tiene, creo que el stop motion es mi técnica favorita. No sé por qué, creo que es porque me parece más orgánica y más tangible.
En fin... que a ver si me entero bien y puedo ir a verla en algún sitio si la sacan por aquí.
¡Muchas gracias por este tipo de noticias!
Pues otra noticia... Os dejo el enlace para ver 11 minutos del espectacular largometraje animado Sita Sings The Blues (del que ya hemos charlado). Merece la pena.
http://www.cartoonbrew.com/brewtv/sita.html
Gracias Gafapastas.
Sí, merece la pena.
El principio me ha recordado a los momentos "místicos" de Bardín el Superrealista.
¿Cansar? nunca me cansaré de ver animación ... nunca... blasfemooooooooooooo
No conocía el cómic de Max, Bardín el Superrealista. Tiene buena pinta. Yo tengo otros suyos que ilustran ensayos sobre Delleuze y Foucalt (Tàndem edicions). Y suelo ver sus viñetas en el Babelia (un cotilleo, ahora que no nos escuchan. Hace unos años, algunos trabajadores de El País le llamaban Bobelia). Que conste que yo lo leo.
Gracias Gafapastas.
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