Crónicas del inframundo

La editorial Libros del Asteroide ha publicado Personajes secundarios, unas memorias en las que la escritora Joyce Johnson recuerda los años dorados de la generación beat. Entre las innumerables referencias a su relación con Jack Kerouac, Johnson menciona de pasada la muerte de Joan Vollmer, entonces pareja de William S. Burroughs. En aquella época ambos mantenían una cercana relación con las drogas. Él consumía morfina, mientras que ella prefería las anfetaminas. Ambos huyeron de los problemas con la ley destino a México. En 1951, Burroughs mató a su novia en un bar del D.F.. El escritor y Vollmer jugaron a emular a Guillermo Tell sustituyendo la manzana por un vaso y la ballesta por un revolver. El juego etílico acabó en tragedia. El almuerzo desnudo, la mejor obra de Burroughs, es el relato descarnado de sus días de yonqui. En 1991, David Cronenberg realizó una adaptación cinematográfica que se ha convertido en objeto de culto. Actualmente se puede conseguir una lujosa edición en DVD de este clásico.