Pasado imperfecto

Existe una recurrente sensación entre algunos aficionados al cine de que cualquier tiempo pasado fue mejor. Otros se decantan abiertamente por el imperio de la novedad. Ni tanto, ni tan calvo. Mientras que los niños actuales crecen con sofisticados, irónicos y resabiados largometrajes de animación en 3D, los de los años 80 lo hacían con inocentes y simples películas para todos los públicos. Durante décadas, el cine infantil ha estado monopolizado por Disney. En 1978, la productora estadounidense estrenó El gato que vino del espacio, un pequeño filme lleno de encanto sobre un felino provieniente de otro planeta que aterriza acidentalemente en la Tierra. El responsable de esta cinta es Norman Tokar, un director que trabajó especialmente en televisión y en películas de segunda categoría de la Disney como Los perros de mi mujer, Un tigre se escapa y Marineros sin brújula. La aceptación de este tipo de filmes entre los niños actuales es un misterio. Las televisiones se han olvidado de ellas y las editoras de DVD no tienen interés en recuperarlas. ¡Larga vida a YouTube!