Arthur Fellig, más conocido como Weegee, es uno de los fotógrafos de prensa más influyentes del siglo XX. Una de las peculiaridades del gran Weegee es que llegaba al escenario del crimen pocos minutos después de que se cometieran los delitos. Sus fotografías muestran cadáveres sobre el asfalto, detenidos entrando en los furgones policiales, coches abollados y humeantes... Sin embargo, Weegee cultivó otra faceta más amable. La de la vida cotidiana de Nueva York: los jóvenes amantes en la fila de los mancos, los bañistas de Coney Island, los niños jugando en la calle durante los asfixiantes veranos... Las fotografías de este estadounidense de origen polaco pueden apreciarse en numerosos libros y páginas de internet que le rinden tributo. Además, el excelente largometraje El ojo público (1992), de Howard Franklin, está inspirado en él. El protagonista de este filme es Joe Pesci. Dos gotas de agua.
A propósito de reporteros gráficos. La Fundación Telefónica de Madrid ofrece, hasta el 21 de enero, una exposición de Luis Ramón Marín, uno de los pioneros de este oficio en España. A través de 250 fotografías, tomadas a lo largo de 36 años de oficio, Marín retrata los sucesos más impactantes acaecidos en España desde la primera década del siglo XX hasta el final de la Guerra Civil. Los afortunados que visiten esta exposición recibirán una lección de historia impagable. Una de las imágenes más recordadas de Marín es la de Alfonso XIII mirando desde el ático del edificio de Telefónica en la Gran Vía Madrileña.
'Alegro ma non troppo'; Carlo M. Cipolla. Ed. Crítica.
"La Primera Ley Fundamental de la Estupidez humana afirma sin ambigüedad que: Siempre e inevitablemente cada uno de nosotros subestima el número de individuos estúpidos que circulan por el mundo". Lo que uno nunca llega a saber es de que lado de la estupidez se encuentra.
lunes, diciembre 03, 2007
El ojo público
Publicado por Sir Henry Morton Stanley en 8:00 a. m.
Etiquetas:
cine,
exposiciones,
fotografía
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5 comentarios:
Habrá que ir a ver la exposición ... porque parece muy interesante.
Está genial. Tómate una tarde y échale un par de horas. Cada fotografía es una historia apasionante. Totalmente recomendable.
Gracias Gafapastas.
Lo bueno de estas exposiciones es que son gratuitas. Y me mola no porque sea rata o pobre, que lo soy, sino porque la cultura debería ser gratuita. Las obras las tendría que ver quien le diera la gana ... no podemos poner precio a la cultura ... esto da para un debate la mar de interesante ...
Efectivamente, da para un debate largo y complicado. Anoto la sugerencia. Próximamente en sus monitores...
Gracias Gafapastas.
Y si la cultura es gratuita, de que comen los que ahora viven de ello?
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