Secundarios de lujo

En numerosas ocasiones, los actores secundarios son más interesantes que los principales. Esto no ocurre sólo en el cine, también sucede en la música, la literatura y, a menudo, en la vida cotidiana. Bill Withers es el menor de nueve hijos de una modesta familia de West Virginia. Huérfano de padre desde los 13 años, Withers se alistó en el ejército americano a los 17, donde sirvió durante nueve años. En ese periodo, su interés por cantar y componer aumentó hasta el punto de que en 1967 abandonó la Marina y se mudó a Los Ángeles para probar suerte en la industria musical. Mientras lo intentaba, consiguió trabajo ensamblando cuartos de baño en aviones Boeing 747. Después de publicar su primer álbum, Just as I am (1971), Bill continuó su trabajo de ensamblaje al considerar que su carrera musical no había hecho sino empezar. Una vez asentado en la industria, el estadounidense publicó ocho discos originales, un directo y dos recopilatorios. A pesar de obtener algunos éxitos como Ain't no sunshine, Lovely day, Just the two of us y Lean on me... nunca obtuvo un gran reconocimiento por parte del público y la crítica. En 1985 abandonó definitivamente la música. Apreciar sus composiciones en directo no sólo transmite la gran dimensión de Withers como artista, sino su profunda personalidad y sensibilidad.

Ain't no sunshine (Just as I am, 1971)


Lean on me (Still Bill, 1972)